La disfunción eréctil se define como la incapacidad recurrente o consistente de los hombres de conseguir y/o mantener una erección del pene, suficiente para poder llevar a cabo una actividad sexual satisfactoria. Esto produce frustración, afecta la autoestima y la relación de pareja.
Se calcula que más de la mitad de los hombres mayores de 40 años se ven afectados por algún grado de disfunción eréctil y se estima que el número de hombres que sufrirá esta enfermedad llegará a 322 millones en el año 2025. Los expertos estiman que sólo 15% a 20% de los hombres que padecen disfunción eréctil reciben tratamiento.
La diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, alteraciones cardíacas o de la tiroides, obstrucción circulatoria, niveles bajos de testosterona, lesión de la médula espinal, lesión de nervios causada por prostatectomía, trastornos neurológicos como esclerosis múltiple o enfermedad de Parkinson, algunos medicamentos antihipertensivos como los betabloqueadores, cardiotónicos como la digoxina, medicamentos para tratar las úlceras pépticas, sedantes, antidepresivos, consumo de nicotina, alcohol, drogas psicoactivas, entre otras, pueden ser el origen orgánico de esta enfermedad, pero la causa puede ser también de origen psicológico como la depresión, el estrés, miedo, ansiedad o enojo, expectativas sexuales no realistas o la mala comunicación con la pareja.
En la actualidad existen alternativas terapéuticas que incluyen medicamentos orales, inyecciones locales, cirugía y otros. Entre los fármacos orales se encuentran: el sildenafil, vardenafil o tadalafil, prescritos para las dificultades eréctiles leves a moderadas, de origen orgánico o psicológico. Aunque estos medicamentos se han vuelto extremadamente populares, no constituyen la "panacea", producen múltiples efectos secundarios, tales como: cefalea, dispepsia, diarrea, náuseas, mareos, infertilidad, trastornos de la visión, congestión nasal, ginecomastia, erección dolorosa y/o prolongada, disuria, dolor toráxico y otros, además, interactúan con medicamentos como la nitroglicerina, disminuyendo la presión sanguínea de modo significativo e incluso causar la muerte.
Existe una forma más segura, natural y menos costosa para alcanzar resultados beneficiosos en este tipo de pacientes: se trata de "Maximus", una fórmula compuesta por Plantas Superiores con comprobados efectos terapéuticos que, de acuerdo con los fundamentos de la Teoría Sistémica, modulan tres componentes básicos para que exista salud en el organismo: La Energía, Inteligencia Biológica y la Organización celular.
Contribuyen así a mejorar la evolución clínica del paciente, así como su calidad de vida.
Un estudio clínico retrospectivo de una serie de casos de pacientes con Disfunción Eréctil, que consultaron Centros y Unidades Médicas Adaptógenos, fue realizado para corroborar la efectividad de esta fórmula herbaria. Los resultados no pudieron ser más alentadores: Con "Máximus" el 90,3% de los pacientes mejoró la Disfunción Eréctil al alcanzar y sostener una erección, además logró retrasar la eyaculación y aumentar el deseo sexual; igualmente se incrementó la Calidad de Vida. No se observaron efectos secundarios en 98,6% de los pacientes, demostrando ser un extraordinario tratamiento para los pacientes con esta afección, por lo que debería ser considerado como parte imprescindible del tratamiento.
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Dra. Francis Amendola
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