lunes, 20 de junio de 2011

Un Tratamiento Integral inicia desde el momento que el paciente llega y le brindamos una sonrisa







En casi 7 años compartiendo con este grupo de hombres y mujeres de bien he aprendido que el más profundo, fructífero y placentero acto humano es el de Ayudar a otros. La mayoría llegamos a la Medicina Integral buscando un trabajo y terminamos en una labor de ayuda a todo aquel cuya esperanza de sanidad o mejoría física está por agotarse.

El contacto directo con el paciente es ese momento cuando cada historia de éxito en su tratamiento te llena de orgullo, donde la emoción aguarapa los ojos cada vez que los pacientes te cuentan su mejoría en la efímera privacidad con ellos que te permite un estudio de Energímetro. Muchos casos puedo recordar, quizás no sus nombres, por ser grande su número, pero si de casos específicos. Les cuento algunos: la paciente de Valera que cuenta con cierto orgullo y sentido de pertenencia como con el asombro de algunos, sale de una sesión de quimioterapia, manejando por sus propios medios hasta Maracaibo, para continuar con su tratamiento sistémico que le ha permitido vivir una vida normal a pesar de ser paciente del área de oncología. El paciente desahuciado, con predicción de solo 30 días de vida (en sillas de rueda, con bombona de oxígeno y habiendo gastado decenas de millones en la medicina química), con un cáncer de Pulmón, que logra con el uso de las plantas superiores recuperar su vitalidad y vivir dos años más que le permiten ver el matrimonio de su hija y el nacimiento de su nieta. El eterno Luisirdo, quien ya nos considera parte de su familia, y quien se jacta de que ahora puede bailar, mostrando en público sus cualidades para el baile. El cáncer de próstata de Nectario del cual asombrosamente ya no se muestran indicios. El Lupus sin evidencias clínicas de la paciente cuyo hijo estudiante de medicina describe con asombro, ya que sus profesores no le daban solución a los padecimientos de su madre. Los centenares de úlceras varicosas y pies diabéticos rescatados de la amputación con el maravilloso Circuforte y miles de casos que podría nombrar de pacientes que han recuperado su calidad de vida y su salud gracias al uso de las plantas medicinales y las formulas sistemicas.

Pero la emoción nos embarga aun más a cada uno del equipo de Medicina Integral Maracaibo cuando algún paciente que cuenta su testimonio de éxito nos relata como se siente mejor mucho antes de tomar su tratamiento, solo con el cariño, la atención, y el trato que dan los trabajadores del Medicina Integral Centro de Especialidades, desde el señor que abre la puerta, los muchachos de control de citas, atención al paciente, el Energímetro y la farmacia. Todos están unidos por un mismo sentir, comprometidos con una misma labor, la de Ayudar a otros; comprendiendo todos que la mitad de nuestra labor, que es la mejoría en el paciente, se logra en esa sala donde cada día compartimos técnicos, empleados, personar de seguridad y de servicio, acompañantes y pacientes.

Manuel Arrias

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