El cuidado de los ojos es importante. Las ojeras y bolsas debajo de los ojos son síntomas que reflejan problemas circulatorios y también poco descanso.
Los párpados hinchados y caídos a causa del cansancio envejecen, reflejan debilidad, poca salud, tristeza y, por añadidura, afean el rostro.
Algunas veces revelan una noche sin dormir o un gran cansancio; otras, desenmascaran los hábitos alimenticios. Por eso, para no tener una mirada opaca y una expresión triste, es ideal conocer las causas del problema y aplicar productos o remedios caseros que las atenúen, así como hacer ejercicios para el cuidado de los ojos.
Con unos simples ejercicios oculares se puede descansar la mirada, descongestionar los párpados y conseguir que nuestro rostro recupere frescura y jovialidad.
Son muy simples:
Relajar la vista: parpadear a menudo y cada diez minutos más o menos fijar la vista en un objeto lo más distante posible por espacio de 5 o diez segundos.
Palmeo: Se realice sentado y consiste en tapar los ojos con la palma de las manos ligeramente ahuecada, sin llegar a presionar los ojos. Los dedos de una mano se colocan encima de los de otra, sobre la frente. Luego se cierran los ojos, se respira profundamente y uno se imagina que son los ojos los que están respirando. Este ejercicio puede durar unos 10 minutos y puede repetirse al final de la jornada laboral, junto a un masaje circular de los ojos.
Cambios de mirada: Con los ojos abiertos dirige la mirada hacia arriba y abajo, derecha e izquierda y haz un círculo. Lo repites después con los ojos cerrados. Hazlo tres veces.
Parpadeos: Con los ojos cerrados y relajados, despega suavemente el párpado superior. Vuelve a cerrar el párpado hasta que lo sientas pegado al ojo y vuelve a despegarlo.
Pellizcos en las cejas: con los dedos índice y pulgar, pellizca la parte interna de las cejas y después sigue con el recorrido de las cejas a pequeños pellizcos. Repítelo de tres a cinco veces.
Con estos simples ejercicios para el cuidado de tus ojos, conseguirás descansarlos así como agudizar tu mirada.
Dra. Francis Amándola.
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